Alba tiene 11 años y un deseo suyo por cumplir sería ser dobladora de películas. Estábamos almorzando tranquilamente en un bar de la capital, en una charla muy amena junto con otras dos personitas sabias y juguetonas también de la familia, cuando de repente una de ellas preguntó: ¿qué habrá después de la muerte?. Como ninguna de las cuatro sabemos qué es lo que habrá, Alba nos contó lo que ella se imagina cuando está a solas con su perrito Fito. En esos momentos de cariño, cercanía y complicidad entre animal y niña, ella piensa, siente, fantasea con la idea de que su lindo perro es un ser muy querido, un hermano, por ejemplo, que ha muerto y se ha convertido en animal para seguir estando a su lado acompañándola. Impresionante el vínculo ¿verdad?
Pues no tengo mucho más que decir, que encontré un tesoro, sin buscarlo, y sin ser pirata. Gracias.
¡Qué bonito Bea....! como siga así, entre mis hijas y tú terminaré teniendo un peroo en casa...¡Dios de la vida!...
ResponderEliminar